domingo, 8 de noviembre de 2009

Cuento: EL CRISTOFUÉ Y EL SAPO

Cuento: EL CRISTOFUÉ Y EL SAPO

Cuento Infantil de Gisela Santana


Una mañana clara y fresca, desde lo alto de una Ceiba, se dejaba escuchar el dulce canto de un Cristofué.

Abajo en una de las rocas del río descansaba un inmenso cocodrilo. Algunas veces abría su boca para engañar a las moscas.

Del otro lado del río un gran sapo cantaba en la roca una melodía un tanto ronca.

Crua, crua, crua.

Era tan fuerte su voz que el Cristofué no lo soportó y decidió entonces hacerlo callar.

Mire señor sapo, es usted un maleducado. ¿ Es que acaso no escucha que estoy muy inspirado?.

¿Por qué viene a interrumpirme con esa voz tan grave y tan firme?

El sapo le respondió, no se moleste señor pájaro, yo sólo trataba de acompañarlo.

El cocodrilo que descansaba, se molestó y les respondió: ¿A qué se debe tanto zaperoco

Ya ni dormir me dejan un poco.

Voló el Cristofué hasta la roca, para explicarle al cocodrilo lo que había sucedido.


Señor cocodrilo, resulta que el señor sapo, con su voz de saco, interrumpía las notas agudas de mi bella melodía.

El cocodrilo comprendió la situación y en un instante una idea les explicó.

Bueno señores, he llegado a una conclusión. La voz grave del sapo y la voz aguda del Cristofué sonarán más agradables si los dos cantan a la vez.

Todo quedó en silencio, no se dijo más nada.

El sapo quedó en el agua y el pájaro voló a la rama.

Uno agudo cantaba, el otro grave lo hacía. Y juntos los dos entonaban un canto en armonía.

El señor cocodrilo satisfecho con su intervención, se acomodó en una roca para escuchar la canción.



EL CRISTOFUÉ Y EL SAPO

Autor Gisela Santana

Prepara el oído niño, que ya muy pronto escucharás
Una historia muy sencilla que es muy seguro aprenderás.

En lo alto de una rama, cantaba agudo un cristofué
Y vino un sapo gracioso caramba y quiso cantar también.

Coro: Óyeme sapo no seas maluco, escúchalo bien.
Que está cantando en “ DO AGUDO” ese cristofué.

Mientras la cosa pasaba un cocodrilo dormía tal vez
Tan grande fue el alboroto que quiso asomarse a ver.

El sapo cantaba grave, cantaba agudo el cristofué
Y se prendió la pelea entre el sapito y el tercio aquel.

Coro: Óyeme sapo no seas maluco, escúchalo bien
Que está cantando en “DO AGUDO” ese cristofué

El cocodrilo cansado tuvo una idea particular
Les dijo que en armonía toditos ellos podrían cantar

Y entonces desde ese día se escucha siempre en aquel lugar
Una dulce melodía que es muy sencilla y particular.

Coro: Óyeme sapo no seas maluco, escúchalo bien
Que está cantando en “DO AGUDO” ese cristofué

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