LA MUSICA COMO ESTRATEGIA DE APRENDIZAJE
Reflexiones pedagógicas de Gisela Santana Díaz
Caracas, Mayo 2017
La
música en los Jardines de Infancia y los
centros infantiles, deberá utilizarse con la finalidad de estimular y desarrollar las destrezas, habilidades y
descubrir las aptitudes del niño en las áreas cognitivas, psicomotora y del
lenguaje, incrementar su sensibilidad artística y facilitar integralmente su
desarrollo.
Los infantes en edad
inicial son el centro del proceso de su aprendizaje y como tal poseen las aptitudes necesarias para escuchar, disfrutar, percibir
e interpretar la música. Por medio de
ésta, expresan su estado anímico, se relacionan con las personas, desarrollan
el sentido rítmico y logran
una adecuada coordinación de sus movimientos. Las actividades
musicales favorecen el desarrollo vocal,
el lenguaje, la discriminación auditiva,
el pensamiento 1ógico y la apreciación
estética.
Actualmente,
estudios neurológicos realizados en Alemania y Estados Unidos, han demostrado
que los bebés con pocos meses
de edad pueden cultivar un oído musical, gracias a las canciones de cuna que
sus madres interpretan. Trehub ( citado por
Tim Appenzeller. U.s. News
& World report, 2002),
expresa que los seres humanos nacen con un cerebro musical. De allí que la
música ofrezca un canal especial de comunicación entre los padres y sus hijos. “La
música es una herramienta que se utiliza para dar afecto a los niños”.
Recientes
investigadores del desarrollo infantil han
determinado que desde que nacen, los niños necesitan que se les estimule de manera adecuada todas sus inteligencias múltiples;
clasificadas por Gardner en las siguientes siete categorías: Lingüística,
física y cinestésica, lógico y matemática, espacial, musical, interpersonal e
intrapersonal.
Como se puede observar, la
música ocupa un papel preponderante
en la vida infantil ya que facilita el desarrollo de la capacidad para
apreciar, crear y expresar el ritmo, el
timbre y el tono de los sonidos, es
decir la ‘inteligencia musical’. De
igual forma apoya en forma indirecta a los demás tipos de inteligencia. Cuando
se favorece la comprensión del significado de las palabras y la sonoridad de la
canción, se está despertando la
‘inteligencia lingüística ‘.
Al realizar canciones dramatizadas, se fomenta la ‘inteligencia física,
cinestésica y espacial’; al propiciar el
conocimiento del sentido rítmico, se profundiza en la ‘ inteligencia lógica
y matemática’ y ,
finalmente, al cantar en grupo se está potenciando la ‘inteligencia intrapersonal’ por medio de
la integración social, el
amor y el respeto hacia sí mismo y hacia
los demás.
La música deberá aplicarse como una
estrategia de gran utilidad en todas las actividades pedagógicas diarias.
Incluso será necesario formar a los padres y los demás adultos significativos
para que, haciendo uso de los cantos de cuna
y otras canciones infantiles sencillas y populares, puedan apoyar
considerablemente el desarrollo de la sensibilidad musical de los niños en el hogar y en la comunidad.
En el desarrollo
de la práctica musical con los pequeños, por sus características, se
hace necesario mantener una actitud flexible ante su expresividad y
espontaneidad. Edgar Willems (1961), teórico de la pedagogía
musical, así lo expresa cuando señala
que se requiere seguir la naturalidad infantil.
Esto implica “hacer las cosas
con él y
por él”. Es a partir del
amor y una actitud reflexiva como se puede obtener información sobre sus
potencialidades y sobre la forma como se pueden aplicar los principios
educativos para la enseñanza musical.
De allí que la utilización del juego colectivo, la expresión corporal y
el uso concreto de objetos e instrumentos sencillos serán los puntos claves
para realizar experiencias sonoras, en un ambiente propicio de participación
democrática, atención dirigida y
desarrollo creativo.
Igualmente será indispensable el uso de la canción como elemento
de juego y aprendizaje. Ella representa
uno de los medios más útiles para aumentar la capacidad creadora, la
expresión de ideas y sentimientos y la unificación social de los niños. Su contenido integra una serie de elementos
musicales tales como “... la
sensibilidad y el ritmo; sugiere además el acorde y favorece la percepción de las funciones
tonales”. Es en sí para Willems una
“ actividad sintética”.
De este modo, las actividades musicales deberán ser dinámicas y atractivas. Lo primordial en el
nivel de Educación Inicial es acercar al niño al mundo sonoro como una
experiencia viva, en donde lo importante en primer término no es seleccionar
talentos, sino incentivar la participación activa de todos
los infantes para que sientan y disfruten el ritmo, la melodía y la armonía musical.
En estos primeros intentos nos
interesa que los niños descubran sus propias sensaciones y sentimientos a
través de canciones sencillas, movimientos corporales y
juegos relacionados con sus intereses y su entorno familiar, social y
ambiental. Más adelante lo ayudaremos a comprender el significado de los
elementos rítmicos, la tonalidad, el
timbre, la armonía y muchos otros aspectos relacionados con la música.
Bibliografía,
o
FUNDAMENTACIÓN
DE LA EXPERIENCIAS MUSICALES SIGNIFICATIVAS. Aspectos teóricos para la Guía de
Orientación de Experiencias Significativas para Niños. Caracas 6 de Mayo de
2002. Gisela Santana Díaz
o
Tim
Appenzeller. U.s. News & World report, (2002)