domingo, 3 de septiembre de 2017

LA MUSICA COMO ESTRATEGIA DE APRENDIZAJE
Reflexiones pedagógicas de Gisela Santana Díaz

Caracas, Mayo 2017
La música en los Jardines de Infancia  y los centros infantiles, deberá utilizarse con la finalidad de estimular y  desarrollar las destrezas, habilidades y descubrir las aptitudes del niño en las áreas cognitivas, psicomotora y del lenguaje, incrementar su sensibilidad artística y facilitar integralmente su desarrollo.

Los infantes en edad inicial son el centro del proceso de su aprendizaje  y como tal poseen las aptitudes  necesarias para escuchar, disfrutar, percibir e interpretar la música. Por   medio de ésta, expresan su estado anímico, se relacionan con las personas, desarrollan el sentido rítmico  y  logran   una adecuada coordinación de sus movimientos. Las actividades musicales  favorecen el desarrollo vocal, el  lenguaje, la discriminación auditiva, el  pensamiento 1ógico y la apreciación estética.

Actualmente, estudios neurológicos realizados en Alemania y Estados Unidos, han demostrado que los bebés con pocos meses de edad pueden cultivar un oído musical, gracias a las canciones de cuna que sus madres interpretan. Trehub ( citado por  Tim Appenzeller.  U.s. News & World  report, 2002), expresa que los seres humanos nacen con un cerebro musical. De allí que la música ofrezca un canal especial de comunicación entre los padres y sus hijos. “La música es una herramienta que se utiliza para dar afecto a los niños”.

Recientes investigadores del desarrollo infantil han  determinado que desde que nacen, los niños necesitan  que se les estimule de manera adecuada  todas sus inteligencias múltiples; clasificadas por Gardner en las siguientes siete categorías: Lingüística, física y cinestésica, lógico y matemática, espacial, musical, interpersonal e intrapersonal.
Como se puede observar,  la música  ocupa un papel preponderante en la vida infantil ya que facilita el desarrollo de la capacidad para apreciar, crear y expresar  el ritmo, el timbre y  el tono de los sonidos, es decir la ‘inteligencia musical’.  De igual forma apoya en forma indirecta a los demás tipos de inteligencia. Cuando se favorece la comprensión del significado de las palabras y la sonoridad de la canción, se está despertando la  ‘inteligencia lingüística ‘.

Al realizar canciones dramatizadas, se fomenta la ‘inteligencia física, cinestésica y espacial’;  al propiciar el conocimiento del sentido rítmico, se profundiza en la ‘ inteligencia lógica y  matemática’  y ,  finalmente, al cantar en grupo se está potenciando la  ‘inteligencia intrapersonal’  por medio de  la  integración social, el amor  y el respeto hacia sí mismo y hacia los demás.

La música deberá aplicarse como una estrategia de gran utilidad en todas las actividades pedagógicas diarias. Incluso será necesario formar a los padres y los demás adultos significativos para que, haciendo uso de los cantos de cuna  y otras canciones infantiles sencillas y populares, puedan apoyar considerablemente el desarrollo de la sensibilidad musical de  los niños en el hogar y en la comunidad.

En el desarrollo de la práctica musical con los pequeños, por sus características, se hace necesario mantener una actitud flexible ante su expresividad y espontaneidad.  Edgar  Willems (1961), teórico de la pedagogía musical, así lo expresa cuando  señala que se requiere seguir la naturalidad infantil.  Esto implica  “hacer  las cosas  con  él   y   por   él”. Es a partir del amor y una actitud reflexiva como se puede obtener información sobre sus potencialidades y sobre la forma como se pueden aplicar los principios educativos para la enseñanza musical.

De allí que la utilización del juego colectivo, la expresión corporal y el uso concreto de objetos e instrumentos sencillos serán los puntos claves para realizar experiencias sonoras, en un ambiente propicio de participación democrática, atención dirigida y  desarrollo  creativo.

Igualmente será indispensable el uso de la canción como elemento de juego y aprendizaje. Ella representa  uno de los medios más útiles para aumentar la capacidad creadora, la expresión de ideas y sentimientos y la unificación social de los niños.  Su contenido integra una serie de elementos musicales tales como “...  la sensibilidad  y  el ritmo; sugiere además el acorde y  favorece la percepción de las funciones tonales”.  Es en sí para  Willems una  “ actividad sintética”.

De este modo, las actividades musicales deberán ser  dinámicas y atractivas. Lo primordial en el nivel de Educación Inicial es acercar al niño al mundo sonoro como una experiencia viva, en donde lo importante en primer término no es seleccionar talentos, sino incentivar la participación activa de todos los infantes   para que sientan y disfruten  el ritmo, la melodía y la armonía musical.

En  estos primeros intentos nos interesa que los niños descubran sus propias sensaciones y sentimientos a través de canciones sencillas, movimientos corporales  y  juegos relacionados con sus intereses y su entorno familiar, social y ambiental. Más adelante lo ayudaremos a comprender el significado de los elementos  rítmicos, la tonalidad, el timbre, la armonía y muchos otros aspectos relacionados con la música.

Bibliografía, 
o   FUNDAMENTACIÓN DE LA EXPERIENCIAS MUSICALES SIGNIFICATIVAS. Aspectos teóricos para la Guía de Orientación de Experiencias Significativas para Niños. Caracas 6 de Mayo de 2002.  Gisela Santana Díaz
o   Tim Appenzeller.  U.s. News & World  report, (2002)